El futuro siempre me ha resultado un asunto atractivo. En los años 80 se representaba en forma de coches voladores, trenes monorraíl y ropa metalizada. Por aquel entonces, mi padre volvió de un viaje de negocios a EEUU con la…
Hubo un tiempo en el que tener mala suerte era lo normal. Si a uno se le ocurría conducir alguno de aquellos automóviles de principios del siglo XX, se podía encontrar con que cualquier contratiempo se convirtiese en una trampa…